lunes, noviembre 27, 2006

Y la banda siguió tocando...

Llegué adelantado.
O atrasado, si le preguntan a mis padres.
Pero llegué.
Y ya nada fue igual.
Las ostras, en vez de dar perlas, daban borlas. Las puertas estaban tapiadas y la gente cruzaba por las paredes. Los olores eran sensibles al tacto, y despedían miradas almizcleras con gusto a chirridos.
Se trataba de espejos o reflejos?
Esos conejos, estaban detrás de relojes o eran perseguidos por ellos?
No importaba, en realidad………Lo único importante era el SONIDO….
Y los oídos para ese SONIDO, que entraban en éxtasis, y trasmigraban. Iban navegando con sus lóbulos hacia la frontera de la escucha, y ahí se quedaban, todos reunidos, en silencio, expectantes, mientras la ceremonia trascurría. Y las orejas se quedaban en los cráneos, disimulando, careteando falsa seguridad y contorno clásico.
Y tuve que irme.
Antes de tiempo.
O mas tarde, si le preguntan a la conciencia.
Pero el SONIDO sigue…y seguirá…resonando en los nirvanas audibles…derribando murallas….elevando falanges…agitando el silencio sempiterno…porque nadie puede contra el SONIDO, ni podrá……….sólo puede ser domado por el temblor de una fosa nasal hociqueando el pavimento mojado….

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